domingo, 30 de enero de 2011



El Corazón de María

(Fiesta 08 de febrero,

instituida por san Juan Eudes)

“Te honro y admiro, María Madre de Jesús, porque Él es tu vida, tu alma, tu corazón”

(San Juan Eudes, Vida y Reino de Jesús en las almas.)



El origen y el fundamento de esta devoción

La devoción al santísimo Corazón de la Madre de Dios, no es algo nuevo. Es tan antigua como el cristianismo y el evangelio, pues el evangelista san Lucas la menciona dos veces en el mismo capítulo de su evangelio. En el 19 del capítulo 2 dice: “María conservaba estas cosas meditándolas en su Corazón” y en el v.51: “su Madre conservaba en su Corazón el recuerdo de todo aquello”

Así pues, esta devoción tiene su origen y fundamento en el Evangelio, porque si el Espíritu Santo que inspiró a los evangelistas cuanto ellos escribieron, quiso que uno de ellos nos hablara tan honradamente del Corazón Virginal de la Madre del Salvador y nos la presentara como la fiel depositaria de los principales misterios que obró en la tierra y como libro viviente y evangelio eterno en el que está escrito perfectamente su vida, es para que a imitación suya honremos este Corazón perfecto.

El mismo Espíritu, que escogió al Corazón de la Madre del amor hermoso para tener en él su descanso y establecer el trono de su amor, quiso valerse también de muchos santos padres como san Ambrosio, san Agustín, san Juan Crisóstomo, san Buenaventura, san Bernardino de Siena y otros hablan de ella.

El sabio y piadoso Ricardo de Saint-Laurent, que vivió hace más de cuatrocientos años, en si obra de doce libros de alabanzas a la Virgen María, dice que de ese Corazón partieron los dos primeros hechos que dieron comienzo a nuestra salvación, vale decir: la FE y el CONSENTIMIENTO que ella dio a la palabra del ángel; que ese Corazón es el primero entre todas las criaturas que fue digno de recibir en él al Verbo eterno salido del Corazón del Padre; que en este Corazón pacífico la misericordia y la justicia divina se dieron el beso de paz.

Juan Gerson, una de la lumbreras de la Universidad de París, dice que el Corazón de Madre del Salvador es como zarza de Moisés, que arde siempre en el fuego de una ferviente caridad, sin jamás consumirse; que es el verdadero altar de los holocaustos sobre el que el fuego sagrado del divino amor se halla encendido día y noche; que el sacrificio más grato a Dios y más útil al género humano, después del sacrificio que Jesucristo hizo de sí mismo en la cruz, es el holocausto que la santa Virgen ofreció al Padre Eterno en el altar de su Corazón. Jesucristo fue sacrificado una vez en la cruz pero innumerables veces fue inmolado por nosotros al Padre en el Corazón de su santa Madre.

Santa Matilde, de la orden de san Benito, que vivió en el año 1.300, recibió de labios del Señor muchas bellas instrucciones acerca de la devoción que El deseaba se tuviera a su adorable Corazón y al Corazón amabilísimo de su Madre bendita.

Te das cuenta por consiguiente cómo la devoción al Corazón sagrado de la gloriosa Virgen está fundada en la autoridad del Evangelio, de los padres y doctores de la Iglesia y en la piedad de los santos. Ella toma su origen no solamente en la Sagrada Escritura, en los escritos y en los corazones de los santos sino sobre todo en el Corazón adorable de su Hijo, Hijo Único de María, que quiso constituirse él mismo en su doctor y predicador.

(Extractado de,“La devoción al Santísimo Corazón de MaríaSan Juan Eudes)



No hay comentarios:

Publicar un comentario