lunes, 16 de diciembre de 2013

Adviento III. ESPERANDO…




PREPARACIÓN A LA VENIDA DEL SEÑOR

Celebrar el Adviento supone una actitud  de atención, vigilancia y espera activa, vivir ni dormidos ni angustiados, ni despreocupados ni con temor.
Lo nuestro es vivir en esperanza y despertando esperanza en los desesperanzados de este mundo, especialmente de nuestro entorno.

El Dios que vino, que viene y que vendrá, es el que esperamos, el que anhelamos, en quien confiamos, el que sale a nuestro encuentro, el que nos busca, nos comprende, nos libera, nos acoge, nos cura, nos quiere, nos llena de vida, alegría, luz y paz, y nos envía a ser luz del mundo y comunicar el gozo de su presencia.

Él vino, se hizo carne como uno de nosotros y después de Resucitado se ha quedado para siempre en medio nuestro…está en la eucaristía y dentro de nosotros está.

¿Le hacemos caso, le dedicamos tiempo para escucharlo y para hablar con Él? ¿Le dedicamos intimidad?
Llegará un día en que vendrá a buscarnos y resucitará nuestra carne.

En este Adviento recordamos,

a Jesús en su Encarnación y su Nacimiento de María Virgen. Recordamos a San José, hombre maravilloso escogido por Dios para guiar al niño, para acompañar a María, y formar una familia excepcional en que ni las dudas, persecuciones, ni incomprensiones pudieron nublar con su sombra.



¡ESTEMOS PUES PRONTOS, PARA RECIBIR AL SEÑOR QUE LLEGA: HOY, MAÑANA... AL FIN DE MI VIDA TERRENA Y AL FIN DE LOS TIEMPOS.!





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