Permanezcamos
alertas, vigilantes, no
sea que llegue el Señor... y nos encuentre dormidos» (Mc 13,36)
Estamos invitados/as a salir al encuentro de Cristo iluminados por la luz que irradia el amor de Dios por cada ser humano.
La humanidad entera camina hacia "el día
del Señor", hacia la casa de Dios. No se
puede caminar de cualquier modo cuando hacia Dios se va. No se
puede seguir un camino distraído cuando al final
del sendero se nos juzgará sobre el amor.
No olvidemos que el tiempo de Adviento es una preparación intensa
a la segunda venida de Cristo que nos invita a estar alertas y vigilantes, porque no sabemos el día, ni la hora de la llegada.
Alegrémonos porque Jesucristo está siempre con nosotros,
Ayer, hoy y siempre.
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