JUAN SE LAS JUGÓ

El verdadero amor 
pasa por la opción por los pobres.

Un Santo de corazón misericordoso.

1601-1680

A los catorce años, Juan Eudes ingresó en el colegio de los jesuitas de Caén donde en 1621 recibió las órdenes menores  y se inició en el estudio de la teología. En 1623 ingresa al ORATORIO fundado por Pedro de Bérulle y allí prosiguió los estudios bajo la dirección del Padre Condren. Fue para el joven seminarista una experiencia que lo marcó para toda su vida haber recibido formación de estos dos grandes “espirituales” del siglo de Oro de la Francia del S. XVII.
Le tocó vivir la gran peste de Francia, y para no contagiar a otros, se fue a vivir entre los apestados para ayudarlos material y espiritualmente. Visitaba asiduamente a los enfermos en los hospitales y más adelante mandó restaurar y construir otros en pueblos y ciudades donde no los había.

 Durante 20 años en el Oratorio su ámbito apostólico fueron las misiones en  campos y ciudades y recordemos que en ese tiempo, éstas duraban 3 semanas y/o 6 meses. En su vida predicó por lo menos 111 misiones. Él con sus compañeros sacerdotes lanzaban la semilla del reino, pero ¿Quién la cultivaría después? Necesitaba formar sacerdotes que continuaran la misión en la vida diaria de los oyentes. Toma entonces una dolorosa decisión, abandonar el Oratorio. El 25 de marzo de 1644 crea la Congregación de los Seminarios de Jesús y de María  que nació en el laborar misional del Santo, al contacto con las necesidades materiales y espirituales de los pueblos misionados. Juan Eudes había nacido misionero y jamás dejaría de serlo, igualemnte la congregación que él fundara.

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De las misiones nacería también la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad, dedicada a la rehabilitación de mujeres que para asegurar el sustento de sus familias, ejercían la prostitución. Nació esta obra en los mismos días en que abandonaba el Oratorio y, como todas las suyas, nació y creció en medio de las mayores dificultades exteriores, e ingratas penas interiores.

En 1643, consagró  las dos Congregaciones a los Sagrados Corazones de Jesús y María. Esta devoción llena su vida y su apostolado. Ella aparece pujante en todas sus manifestaciones: misiones, cartas, libros, oraciones... Entre 1643 y 1644, la Congregación de Jesús y de María celebraba ya la fiesta del Sagrado Corazón de María.

Entre 1668 y 1670 el padre Eudes compuso los Oficios del Sagrado Corazón de Jesús, y la Liturgia de la Eucaristía, que inmediatamente fueron aprobadas por varios obispos.

San Pío X en el decreto de beatificación del padre Eudes, lo proclamó  “Padre, doctor y apóstol del culto litúrgico de los Sagrados Corazones de Jesús y de María”.

El 19 de agosto el padre Eudes entregó su espíritu a Dios. Eran las tres de la tarde. Se consumaba la existencia de amor de un hombre cuya vida entera fue un ascender a la cumbre de las Bienaventuranzas, con plena disponibilidad al proyecto de Dios sobre él y sus Congregaciones, para entregar humanidad, comprensión y oportunidades de reconciliación a los/las postergados de este mundo, en los espacios que le toco vivir.

Fue canonizado en 1925 por Pío XII.