En su Encíclica, el PAPA FRANCISCO, nos entrega el aporte del
querido Patriarca Ecuménico Bartolomé, con el que comparte la esperanza de la
comunión eclesial plena.
“El Patriarca Bartolomé – nos dice el Papa- se ha referido particularmente a la necesidad de que cada uno se arrepienta de sus propias maneras de dañar el planeta, porque, «en la medida en que todos generamos pequeños daños ecológicos», estamos llamados a reconocer «nuestra contribución –pequeña o grande– a la desfiguración y destrucción de la creación». Sobre este
punto él se ha expresado repetidamente de una manera firme y estimulante,
invitándonos a reconocer los pecados contra la creación: «Que los seres humanos
destruyan la diversidad biológica en la creación divina; que los seres humanos
degraden la integridad de la tierra y contribuyan al cambio climático,
desnudando la tierra de sus bosques naturales o destruyendo sus zonas húmedas;
que los seres humanos contaminen las aguas, el suelo, el aire. Todos estos son
pecados». Porque «un crimen contra la naturaleza es un crimen contra
nosotros mismos y un pecado contra Dios» 1
1[Ecological Vision and Initiatives of Ecumenical Patriarch
Bartholomew, Bronx, New York 201
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