20-10-1953 Se inicia el Proceso Ordinario sobre la
Heroicidad De las Virtudes.
07-12-1974 Introducción de la Causa de Canonización
La semilla del amor fue madurando
progresivamente en ella.
JOSEFA nació en Santiago de Chile en 1835 y a
los 27 años optó por la vida religiosa en la Congregación del Buen Pastor. Fue
una mujer apostólica, que irradió vida, dinamismo, alegría en el amor a Dios.
Toda empresa era poca para el fin de sanar a mujeres, jóvenes y niñas víctimas
de abuso de toda índole. El celo de Dios la consumía de tal manera, que
contagiaba a su familia, amistades, autoridades civiles y eclesiásticas,
obreros, jóvenes… de modo que el carisma evangélico del Buen Pastor se expandía
como aceite, impregnando los ambientes que ella tocaba.
Fundó 35 comunidades religiosas, Hogares para jóvenes, adultas y mujeres detenidas, en Chile, Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay. Compartió personalmente, las carencias y múltiples dificultades de los inicios de las Obras, dejando la impronta de su iniciativa, de su seguimiento de Jesús Buen Pastor y de su infatigable búsqueda de recursos y capacidad de entrega.
¿Sacrificios, penalidades, incomprensiones? Los tuvo y múltiples, y los vivió como escuela de aprendizaje en el seguimiento de Cristo crucificado y resucitado.
Lúcida hasta el fin de sus días, murió el 13 de Enero de a los 93 años; se despidió con una sola palabra: “perdón”, incoando su vida nueva con un acto de trascendente reconciliación.
Fundó 35 comunidades religiosas, Hogares para jóvenes, adultas y mujeres detenidas, en Chile, Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay. Compartió personalmente, las carencias y múltiples dificultades de los inicios de las Obras, dejando la impronta de su iniciativa, de su seguimiento de Jesús Buen Pastor y de su infatigable búsqueda de recursos y capacidad de entrega.
¿Sacrificios, penalidades, incomprensiones? Los tuvo y múltiples, y los vivió como escuela de aprendizaje en el seguimiento de Cristo crucificado y resucitado.
Lúcida hasta el fin de sus días, murió el 13 de Enero de a los 93 años; se despidió con una sola palabra: “perdón”, incoando su vida nueva con un acto de trascendente reconciliación.
De su vida de unión
con Dios, siempre progresiva, ¿qué es lo que los demás vieron? Su
disponibilidad, su entrega al servicio de los demás, su respeto a las personas,
su perdonar las ofensas… lo demás queda en la intimidad de ella con Dios.
SU ESPIRITUALIDAD
Su espiritualidad inflamada de amor a Jesucristo, animaba su
gran acción apostólica que la implicaba entera, cuerpo, alma, vida, voluntad y
corazón. Personalmente, junto a sus hermanas, asumía los riesgos y desafíos, que
discernía Dios iba marcando en sus Proyectos a favor de las personas.
Destacamos algunos aspectos visibles de la
espiritualidad que la animaba.
1°
COMPASIÓN
-Contexto
El contacto con la
realidad de las poblaciones miserables, al norte del río Mapocho en Santiago de
Chile, no la dejaba indiferente, al contrario, la inquietaba. La gran
diferencia entre ricos y extremadamente pobres, era abismante, mucha gente
vivía en tugurios.
-Inspiración bíblica:
Josefa reflexionaba
asiduamente el evangelio:
-“Sean misericordiosos como vuestro padre es
misericordiosos” Lc 6, 36-38. ---«Supongamos
que uno de ustedes tiene cien ovejas y pierde una de ellas. ¿No deja las noventa y nueve en el
campo, y va en busca de la oveja perdida hasta encontrarla? Y cuando la encuentra,
lleno de alegría la carga en los hombros y vuelve a la casa. Al llegar, reúne a sus amigos y vecinos, y les dice: “alégrense
conmigo; ya encontré la oveja
que se me había perdido". Lc 15, 4-6.
- Su espiritualidad en acción
*-Su sensibilidad
frente a la miseria y estado de abandono de gran parte de la población de
Santiago fue abriendo su corazón a la compasión. Con su madre y sus hermanos visitaban
y socorrían sistemáticamente a mujeres y familias que vivían al lado norte del
río Mapocho en situaciones miserables,
capacitándolos y buscándoles trabajo.
*-En la Congregación
del Buen Pastor encuentra el campo propicio
donde derramar su compasión evangélica y hacer visible la misericordia del
Corazón de Dios.
*-Su contacto con la
fundadora de la Congregación, María Eufrasia Pelletier, la empapó de celo por
la salvación de las personas y le dio nuevo
impulso para seguir los pasos de Jesús Buen Pastor en busca de la oveja
perdida.
Nada la detuvo en su
espíritu misionero, fundó 35 casas para mujeres y niñas en extremo vulnerables,
en el sur este de América Latina.
(Continuara)
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