viernes, 19 de abril de 2013

SANTA MARÍA EUFRASIA , II Parte



       UN CAMINO MARCADO POR  LA ESPERANZA



Las contradicciones, persecuciones  que sufrió como consecuencia de este salto en la fe que significó la fundación de una nueva Congregación, (El Buen Pastor) en nada debilitó esta confianza en la bondad, cercanía de Dios. “Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? (cf. Rom. 8,31) era la profunda convicción que animaba la vida y acción de nuestra fundadora.

Esta misma confianza en que su Pastor no le faltará, la define como una mujer de paz que ni siquiera fue alterada por las graves situaciones que conllevó la fundación: “Hija mía, puedo decirle que sé todos los informes que han dirigido en mi contra; estoy en paz. Prefiero mil veces ser acusada que acusadora”[1]

Las circunstancias, las dificultades no la desanimaban. La animaba la certeza que su Pastor se preocupaba por ella. En la guiaba por senderos de justicia. Su confianza la llevó a ser mujer de esperanza  optimista. En sus cartas leemos a menudo: “en el seno de las cruces, hay siempre grandes gracias”.

Abierta a la vida, disponible porque “el señor es su pastor y la conduce a fuentes tranquilas, recrea sus fuerzas; la guía por senderos de justicia en gracia de su nombre (cf. Sal. 23, 1-3)



Un momento de silencio

  Digamos:                            Santa María Eufrasia,
Mujer de grandes horizontes, y
patrona de las mujeres desvalidas,
intercede ante Jesús Buen Pastor,
para  una  verdadera toma de conciencia
de la dignidad de cada mujer, en el mundo
y el actuar en consecuencia,
respetando su persona, y sus espacios,
particularmente el de su familia y su trabajo. AMEN.





No hay comentarios:

Publicar un comentario